Menopausia y ataques de pánico
Entre los síntomas de los ataques de pánico, existen algunos bastante comunes, que pueden ayudar a las mujeres a identificarlos en el momento en que ocurren. Muchos de los síntomas de pánico que se describen a continuación alcanzan su punto máximo y comienzan a disiparse dentro de los 10 minutos posteriores a su inicio, pero otros pueden permanecer por más tiempo. Los síntomas más comunes del trastorno de pánico son:
Físicos:
- Palpitaciones
- Respiración dificultosa o rápida.
- Sudoración o temblores.
- Mareos o Náuseas.
- Hormigueo en dedos de manos y pies.
Psicológicos:
- Miedo a morir o lesionarse.
- Terror paralizante.
- Confusión.
- Falta de concentración.
Es difícil determinar con exactitud las causas de los ataques de pánico porque suelen existir muchos factores involucrados, como problemas emocionales y físicos, además de eventos traumáticos. Sin embargo, debido a que las mujeres tienen el doble de probabilidades de sufrir trastorno de pánico que los hombres, especialmente durante momentos específicos, como el síndrome premenstrual, el embarazo y la menopausia, muchos investigadores creen que las fluctuaciones hormonales son la causa subyacente más común.
Durante la menopausia, la producción de estrógeno y progesterona fluctúa, lo que tiene un efecto importante en el estado de ánimo y el cuerpo. Los cambios en los niveles de estas hormonas reproductivas pueden influir en la aparición del trastorno de pánico durante la menopausia.
El estrógeno inhibe la producción de la "hormona del estrés", el cortisol. Cuando la producción de estrógenos disminuye, los niveles de cortisol aumentan, elevando la presión arterial y el azúcar en la sangre, generando las condiciones para el trastorno de pánico. El estrógeno también tiene un efecto importante en la serotonina, un neurotransmisor responsable de equilibrar el estado de ánimo. La caída en la producción de serotonina, que acompaña a los bajos niveles de estrógeno durante la menopausia, provoca un estado de ánimo inestable, dando como resultado síntomas de ataques de pánico y ansiedad.
Por otro lado, la reducción en los niveles de progesterona también contribuye a crear condiciones favorables para el trastorno de pánico. Se ha demostrado que la progesterona tiene un efecto calmante y calmante sobre el cerebro, por lo que los niveles bajos de esta hormona pueden hacer que las mujeres sean más susceptibles a la ansiedad.
Fuente: https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/chronic-daily-headaches/in-depth/headaches/art-20046729